Hay ocasiones en las que después de visitar algunos de los Lugares con Misterio marcados en nuestro mapa solamente nos queda la posibilidad de revivir la historia desde las afueras para así evitar riesgos y convertirnos en parte de ella.
Investigación
Es el caso de nuestra última visita al preventorio de tuberculosos de Torremanzanas situado en la Sierra del Rentonar. Del edificio quedan prácticamente los cimientos, aunque conserva la fachada principal y alguna que otra galería en el interior. El estado es tan decadente que se encuentra prácticamente en ruinas. Toda la contornada ha sido rodeada de vallas, al parecer recientemente, para evitar accidentes por derrumbe. Desde la distancia se pueden apreciar algunas de las antiguas habitaciones o pasillos, aunque los escombros enturbian la visión: restos de cemento, ladrillos, yeso, o vidrios describen al edificio abatido por los años y la intemperie.












Historia
El preventorio de Torremanzanas fue construido en el año 1926 durante la dictadura de Primo de Rivera por la orden religiosa de la iglesia católica ‘Compade Jesús’ (‘Compañía de Jesús’: Compuesta por jesuitas). El mismo fue dirigido por Antonio Barbero Carnicero.


En primer lugar fue concebido como una casa de reposo, aunque más adelante pasó a ser una colonia infantil de vacaciones. Durante la Guerra Civil española (1936-1939) el edificio cambió de función para adquirir el cometido de hospital militar. Cuando esta finalizó, se aprovecharon las instalaciones para su último uso como un hospital de atención a enfermos de tuberculosis. Este permaneció en funcionamiento hasta el año 1963 (en la misma década que se erradicó la enfermedad) quedándose completamente abandonado. La Institución Provincial de Alicante adquirió el total de su superficie (97.694m2 entre el edificio principal y las instalaciones anexas) en el año 1999 por un valor de 96.161 euros con la intención de construir un complejo turístico aunque por el momento no ha habido indicios de ningún tipo de reforma.
Misterio
Por regla general, refiriéndonos siempre al mundo del misterio, este tipo de lugares suele ser proclive a las apariciones fantasmales o los fenómenos paranormales en cualquiera de sus formas. El preventorio de Torremanzanas cuenta con actividad extramaterial de diversa índole que abarca desde las apariciones espectrales (observadas por un guarda forestal), ruidos, psicofonías y movimientos de objetos.
