La ouija es un instrumento de investigación parapsicológica, en muchas ocasiones mal llamado juego, con el que se establece contacto directo con el Más Allá.
El significado de la ouija proviene de las palabras “oui” en francés y “ja” en alemán que significan “sí”. Se cree que la ouija tiene siglos de antigüedad, aunque no como la concebimos hoy en día. En un principio fue utilizada por los antiguos egipcios. Ellos empleaban un tablero adornado con diversos símbolos y un péndulo que se declinaba sobre ellos. De esta forma, interpretaban los mensajes de los difuntos. Más adelante comenzaron a utilizarse los “planchettes”, indicadores de madera con forma de corazón y con dos ruedas en la parte trasera. Los mismos tenían un agujero en el que se insertaba un lápiz. Después se colocaban sobre una hoja de papel y un médium, en estado de trance, escribía los mensajes que recibía del Más Allá. La ouija actual fue inventada por dos personas: Elijah J. Bond y William Fuld Baltimore en EE. UU. y comercializada en el año 1889. Los antiguos “planchettes” fueron evolucionando debido a los problemas de entendimiento de los mensajes, y acabaron convirtiéndose en los indicadores, que a día de hoy, se emplean para interpretar los mensajes de la otra dimensión. Finalmente, en los años 60, la ouija fue adquirida por la empresa de juguetes ‘Parker Brothers’ que obtuvo los derechos de comercialización, vendiendo la tabla como si se tratase de un juguete y con todo tipo de diseños. Actualmente los derechos pertenecen a la empresa Hasbro, propietaria de ‘Parker Brother’ desde los 90. El uso de la ouija ha descendido mucho desde entonces, aunque todavía se sigue comercializando y no es difícil obtener una de ellas.



Principales recomendaciones a la hora de iniciar una sesión ouija
- Realizar con un grupo de 4 personas. El número aconsejado es cuatro, pero pueden realizarlo más personas. También pueden asistir espectadores sin necesidad de participar en la sesión.
- Realizar en un lugar tranquilo. No es aconsejable realizarla en lugares donde falleció mucha gente.
- La sesión debe ser guiada por expertos o gente que conozca sobre la materia, que se capaz de formular las preguntas y calmar la excitación que puede crearse en el ambiente.
- Alejarse de objetos afilados al realizar la sesión.
- No faltar el respeto, se debe de tener en cuenta que no es un juego.
- No dejarse influenciar por las respuestas. Puede que los mensajes solo quieran herir sentimientos. En ese caso se recomienda acabar con la sesión. Si las respuestas incitan a hacer cosas indeseables, acabar también la sesión.
- No invocar a personas fallecidas, el supuesto ente podría suplantar la identidad y hacer pasar un mal trago a los participantes.
- No pedir al ente que de señales, ni retarlo.
- Por último, algunas personas aconsejan purificar el ambiente mediante incienso, velas, y alguna oración antes de comenzar con la sesión.



Casos desastre
A pesar de que en la mayoría de los casos, la sesión no ocasiona ningún problema, existen otros muchos en los que el desenlace tras el uso de la tabla ouija ha sido trágico. A continuación expongo uno de los más populares, ocurrido en México:
Se trata del Caso Cañitas, ocurrido al mediático Carlos Trejo. El actual investigador paranormal realizó una sesión ouija junto a un grupo de catorce adolescentes en uno de los edificios en los que previamente se comentaba que habían sucedido acontecimientos extraños. A pesar de las recomendaciones, y movidos por la inquietud de la adolescencia, decidieron iniciarla. Según explica Trejo, pasados ya unos cuantos años, desde el primer momento, los hechos fueron negativos. Durante la realizaron de la sesión uno de los integrantes comenzó a convulsionar emitiendo palabras incomprensibles. Lo peor estaba por llegar… Conforme pasó el tiempo cada uno de los participantes, sus amigos, fueron falleciendo por diferentes circunstancias: accidentes, enfermedades, etc. Aunque para Trejo se trataba de posesiones. El investigador explicó que sufrió diferentes episodios paranormales: puertas que se cierran, ruidos de golpes, voces… Pero sobre todo, la pérdida de su mujer, que comenzó a adelgazar constantemente sin que los médicos supieran catalogar que le sucedía, hasta que finalmente falleció.

Este es uno de los casos más sonados para los parapsicólogos. Gracias a unas excavaciones realizadas en el lugar se descubrió que allí había un antiguo templo de sacerdotes aztecas que, por lo visto, había sido testigo de diversos sacrificios humanos. En una entrevista realizada en el programa de Milenio 3, Carlos Trejo recomienda lo siguiente: “No tienes que arriesgarte con cosas que no valen la pena. Uno puede jugar con esta tabla y puede que no pase nada. El problema es cuando contactas con algo y ese algo es agresivo o es un ente negativo, con intención de causar daño”.
Tipos de contacto con el Más Allá
Existen muchas personas que afirman que la ouija es simplemente un juego, y que el “planchette” o vaso, lo desplaza un integrante de la sesión. Nunca es malo barajar todas las posibilidades, tanto científicas como pseudocientíficas. No obstante, existen otros muchos casos en que se defiende la posibilidad de que realmente exista algo perteneciente a otra dimensión que desplaza por ellos el indicador.
Desde esta perspectiva, cabría destacar tres tipos de seres. En primer lugar, se podría hablar de espíritus, personas desencarnadas, que desean entablar contacto con nosotros para hacer llegar cualquier tipo de mensaje. Esta es la creencia más abundante entre cualquiera que sea preguntado por la ouija. En segundo lugar se encontrarían otro tipo de entes que nunca formaron parte del mundo de los vivos. En este caso se encontrarían los espíritus burlones, o demonios. Seres cargados de negatividad que se retroalimentan con la misma a través de las discusiones, el terror, el llanto, etc. Un tercer tipo, sería el contacto con seres de otro planeta (extraterrestres), defendido también por varios investigadores.
¿Qué dice la ciencia?
Para la ciencia la interacción con la ouija provoca un proceso de alteración colectiva, mediante el cual, aquellos que participan en la sesión, hacen que psicoquinéticamente se desplace el vaso. La versión científica defiende que tras un largo periodo de tiempo con el dedo sobre el máster (planchette) se produce una sincronización perfecta entre los participantes, describiendo círculos y elipsis sobre la tabla. Los integrantes ejercen la misma presión, siendo decreciente en el momento en que avanza. Este es un proceso que se da de manera inconsciente, como si fuera un efecto reflejo. Se cree que el cerebro de cada uno de los partícipes recibe los microimpulsos que llegan al máster, intercambiando información entre cada uno.
Fuentes
Jiménez, Iker. Porter, Carmen (2006) Milenio 3: El libro. Madrid: Aguilar