En ocasiones varias de nuestras investigaciones desembocan en un decepcionante fracaso tras comprobar que el lugar señalado en el GPS ha desaparecido por completo de la faz de la Tierra. Otras, resulta que el enclave se encuentra en semejante estado de deterioro que resulta prácticamente imposible acceder a su interior. Todo ello sin olvidar los largos viajes de carretera acompañados de la luz de la luna mientras el cuentakilómetros anota unos tantos más al total. Sin embargo, y por fortunio, todavía quedan moradas en nuestra geografía que preservan casi intacta una parte de la historia española encerrada entre los muros que conforman el armazón. Este es el caso de La Finca de las Camas que, además, nos sobresaltó con extraños fenómenos sin aparente explicación.
Investigación
Esta investigación tuvo lugar el pasado sábado 24 de agosto. En esta ocasión nos adentramos en una de las populares casas de recreo presentes en la huerta alicantina. Estas residencias alcanzaron su máximo esplendor a finales del siglo XIX y fueron utilizadas para la explotación agrícola y vinícola. A pesar de que la vivienda se conserva en buen estado, la situación de esta edificación es de abandono. La Finca de las Camas —más adelante explicaré el por qué de su nombre— es una construcción de 593 m2 ubicada en una parcela de 1816 m2. Este terreno conserva, también, dos viviendas de volumen simétrico, las cuales desconozco si siguen habitadas —u ocupadas—. Posiblemente en un pasado lejano pertenecieron a los trabajadores mientras que el gran caserío era habitado por los señores propietarios de las tierras de los alrededores. La residencia principal tiene una altura de cuatro pisos y presenta dos cuerpos adosados en las fachadas laterales, Norte y Sur, con forma de prisma hexagonal. Su estructura, eclética, adquiere forma de cruz con un techado a dos aguas compuesto de tejas.







He de reconocer que una vez te plantas cara a cara frente a esta finca resulta difícil no sentirse intimidado. Uno imagina todas la historias que se esconden en su interior —tal vez historias de amor, tal vez historias de la guerra civil, tal vez disputas por terrenos… ¿Quién sabe?—. Lo más complicado, sin duda, fue acceder a su interior ya que dedicamos un largo periodo de reflexión para analizar el entorno y comprobar si las residencias de alrededor se encontraban o no abandonadas —por no incurrir en un indeseable allanamiento de morada—. Al comprobar que, aparentemente, nadie reside en ellas decidimos continuar con nuestro objetivo principal. Una vez nos adentramos en su interior bloqueamos la única vía de acceso, una puerta de la fachada trasera, para impedir que nos molestaran durante la investigación. Lo primero que nos llamó la atención fueron un par de revistas de los años 90, tiradas por el suelo y apartadas por siempre de la luz del sol. La investigación, como siempre, se desarrolló en compañía del creador de vídeos, HollyJordi, quien realizó un reportaje audiovisual presente al final de esta publicación y publicado en su canal de YouTube.

El motivo principal por el cual decidí llamar a esta vivienda de planta rectangular y estética afrancesada como La Finca de las Camas fue por la abundancia de estas a lo largo y alto de la vivienda, siendo el único mueble todavía existente en su interior. Unas camas con somieres de muelles, soportes de madera y colchones en avanzado estado de putrefacción —fácilmente podrían causar arcadas a cualquier persona—. Otro de los aspectos llamativos de esta vivienda es su preservación a lo largo del tiempo, con escasos restos de pintadas y escombros. Destacan, también, unas escaleras con forma de caracol —impresionantes, por cierto— que conectan al visitante con la zona más elevada de la edificación. Se trata de unas estrechísimas escaleras de madera podrida y escalofriantes crujidos que nos alertaron de que debíamos avanzar de uno en uno. Las mismas conectan a una bohardilla con ventana circular, posiblemente utilizada tiempo atrás como palomar.





































Misterio
No todos los lugares que visitamos nos proporcionan la posibilidad de conectar con el misterio, aunque sean propicios para ello. A pesar de ir en su búsqueda, por experiencia sabemos que es difícil detectarlo y mucho más registrarlo. En esta ocasión hubo un extraño ruido que nos estremeció en el momento en el que realizábamos el reportaje fotográfico y audiovisual. Además, el mismo se repitió otra vez como puede observarse en el vídeo de HollyJordi. Nos hallábamos, justamente, en una de las habitaciones donde se ubica una de las ya mencionadas camas. Tras realizar varias fotografías al enser unos pasos o palmadas nos sobresaltaron. Concretamente fueron tres. Tres extraños golpes secos que parecen escucharse desde otra de las instancias de la finca, como si alguien —o algo— quisiera llamar nuestra atención. Así mismo, cabe destacar que en el momento en que estábamos realizando las fotografías el reloj marcaba las 2:45 A.M., es decir, rondando la popular hora de las brujas.


Desconozco si su origen es paranormal o tiene explicación, sin embargo, el sonido se hizo presente y quedó registrado, mientras que en la vivienda nos encontrábamos dos. Al menos físicamente…