Las historias de miedo o leyendas urbanas de terror han existido desde siempre en todos los lugares. Estos asustaniños, historias de terror cortas o leyendas urbanas fueron inventadas, en la mayoría de los casos, por los siguientes motivos: Alertar, crear consciencia y controlar. Las razones son de lo más variadas, en ocasiones para prevenir a los adolescentes del consumo de estupefacientes, otras veces para alertar a la población de los peligros de un determinado producto; pero también hay leyendas que tienen como fin mantener la atención al volante y prevenir accidentes… Lo cierto es que la moraleja y el mensaje que esconden cada una de ellas pueden ser de lo más variados. En este artículo vamos a ver cuáles son las leyendas urbanas de España más populares y terroríficas que hay. ¡Sigue leyendo!
Leyendas urbanas de España: La Santa Compaña de Galicia

Una de las leyendas urbanas españolas más populares y terroríficas que hay es la de la Santa Compaña de Galicia. Además, se trata de una de las historias de miedo que entremezclan ciertos aspectos de realidad, tal como declaran muchos de los locales que afirman haberse topado con ella. Ahora bien, exactamente ¿Qué es la Santa Compaña de Galicia? Esta leyenda de España de terror habla de un grupo de peregrinos del más allá que transitan por los bosques de esta zona del norte del país en busca de almas humanas. Según la fenomenología del misterio la Santa Compaña son almas en pena, ya que vagan entre un mundo y otro —habiendo difuntos, ánimas del purgatorio y huestes espectrales—.
La historia de la Santa Compaña de Galicia es la leyenda de terror de España más popular de esta comunidad autónoma. La misma habla de una procesión de ánimas vestidas con una túnica negra y con capuchas que vagan por la noche atemorizando a todo aquel que se encuentra con ellas en su camino. Esta procesión fúnebre forma dos hileras, su atuendo se complementa con un sudario y además caminan con los pies descalzos. Según el folclore, el ser que encabeza la Santa Compaña es un espectro conocido como Estadea. Se dice que la Santa Compaña sigue su camino emitiendo rezos, cánticos fúnebres y tocando una pequeña campanilla —que puede oírse muy a lo lejos—; y que, además, a su alrededor cesan todos los sonidos y ruidos del bosque que pueda haber. Cuando la Santa Compaña está cerca los perros se ponen muy nerviosos, avisando con sus ladridos y su extraño comportamiento, mientras que los gatos huyen despavoridos.
Tal como afirman quienes han sobrevivido a esta leyenda urbana de España, para no acabar sumándose a la peregrinación es fundamental no mirarlos directamente. Además, hay que dibujar un círculo en el suelo y entrar en él o acostarse boca abajo. Los lugareños recomiendan llevar una cruz encima en caso de atravesar el bosque de madrugada como método de prevención ante la presencia de la Santa Compaña. Como última instancia, se puede optar por salir corriendo. Algunas variantes de esta historia de miedo afirman que si en el camino de la Santa Compaña se atraviesa una vivienda es imprescindible abrirles la puerta para que puedan salir por la otra —es por este motivo por el cual algunas de las casas gallegas, sobre todo de las aldeas, cuentan con una segunda puerta trasera—.
Leyendas urbanas de España: La chica de la curva

¿Quién no conoce la historia de La Chica de la Curva? Lo cierto es que esta es una de las leyendas de terror de España más populares que hay, pero no solo es conocida en la península, es famosa en todas partes del mundo puesto que la mayoría de los países cuentan con su propia versión. Además, se trata de una de las leyendas urbanas españolas que destacan por su mensaje de advertencia, puesto que tiene como fin advertir de los peligros al volante. La leyenda urbana narra la historia de un hombre que va conduciendo a altas hora de la madrugada por un puerto de montaña —en España son muchos los puertos en los que se afirma haberla visto, como puedes ver en este artículo de La Chica de la Curva—.
El conductor, que va solo en el coche, se encuentra cansado y con sueño, y por ese motivo está superando la velocidad permitida para poder llegar antes a su hogar. Sin embargo, en una de las curvas se encuentra con una mujer sola, agitada y desorientada que está pidiendo auxilio. El hombre, sin dudarlo, detiene el vehículo para socorrerla y se ofrece a llevarla hasta la civilización. Pero cuando gira la siguiente curva con su vehículo la copiloto habla por primera vez y con un tono de voz muy tenue y triste dice lo siguiente: “Cuidado, en esta curva me maté yo”. En ese momento un escalofrío recorre todo el cuerpo del conductor quien al voltearse hacia su acompañante comprueba que ya no está ahí.
Leyendas urbanas de España: El sillón del diablo

Esta leyenda urbana de España nos traslada unos cuantos años atrás, concretamente hasta mediados del siglo XIX en la Universidad de Valladolid. La historia habla de un bedel que limpiando el trastero de la institución educativa encontró un sillón abandonado y viejo en una de las esquinas. Al estar cansado decidió sentarse en él para reponer fuerzas, sin embargo al cabo de tres días lo encontraron muerto en la misma silla. Al parecer la historia se repitió exactamente igual con el nuevo bedel que se encargaba de sustituirlo, razón por la cual este sillón fue considerado como maldito. Los cronistas relatan que esta historia tiene su origen a principios del siglo XVI, momento en el cual la Inquisición detuvo a un médico conocido como Andrés de Proaza por asesinato, tortura y pacto con el diablo.
Al parecer el doctor, quien recientemente había abierto una cátedra de Anatomía, asesinó a un menor, tal como confesó. Además, reconoció haber recibido un sillón por parte de un nigromante de Navarra gracias al cual podía entrar en trance y obtener todo el conocimiento que necesitaba para poder llevar a cabo sus prácticas anatómicas. El médico dijo, además, que solo los doctores titulados podían hacer uso de él y que en caso de saltarse las advertencias la persona moriría a los tres días. Esta es una de las leyendas de España de terror que todavía siguen presentes en la actualidad, puesto que el sillón existe a día de hoy. ¿Te atreverías a sentarte en él?
Leyendas urbanas de España: El duende de Aragón

Por último, concluimos con esta insólita leyenda urbana de España que en su momento dio mucho de qué hablar. La misma tuvo lugar en el año 1934, concretamente en la madrugada del 27 de septiembre en el edificio ubicado en la calle Anselmo Gascón de Gotor número 2 de Zaragoza. Según los testigos, en este inmueble se escondía un duende con una risa estridente que se manifestaba por medio de la voz. Los vecinos de la planta 1 y 2 afirmaron haberlo escuchado en varias ocasiones, incluso uno de los niños que vivían en una de las residencias con mayor actividad dijo que llamó al duende “chalado” y que este le respondió “chalado no, pequeño”. En otra ocasión el duende respondió a la policía que estaba peinando la zona diciendo lo siguiente: “No se moleste, son 78 centímetros”. Todo ello apareció publicado en el El Heraldo (2008), en The Times y en la BBC, entre otros medios.