¿Alguna vez has sentido que todo te sale mal? ¿Te sientes deprimido/a, sin tener ganas de nada y sin aparentemente un motivo? ¿Estás constantemente de mal humor? Las personas, como los animales y las plantas, somos —en muchas ocasiones— como esponjas que absorben toda la energía (positiva o negativa) que se encuentra en el entorno. Incluso somos capaces de detectarla, aunque no prestemos la atención necesaria. Podemos, por ejemplo, sentirla con el calor de un objeto o el que nos produce la luz del sol a través de la radiación electromagnética. También, con la vibración que producen las ondas acústicas en un altavoz, un chispazo sobre nuestros dedos al agarrar el carro de la compra o, incluso, con el simple gesto de juntar dos imanes. Sin embargo, no toda la energía es tan fácil de detectar…
Hay ocasiones en las que la energía queda estancada en un determinado lugar. Así pues, podemos sentir que la temperatura de una habitación, por ejemplo, baja repentinamente con respecto al resto de las estancias de la vivienda —ocasionándonos escalofríos—-. O, incluso, al visitar lugares en los que el ambiente se siente tan denso que nos resulta difícil respirar. Son sensaciones que sin tener una explicación razonable nos hacen sentir incómodos, pero que, además, pueden influir en nuestro comportamiento y provocar que nuestro estado de ánimo se vea sosegado. Esta energía, se filtra en nuestro organismo y modifica la vibración de nuestro cuerpo energético. Ello puede producirse, por ejemplo, al visitar lugares con gran afluencia de personas como el metro o una manifestación. También en lugares en los que existe mucho estrés, como en algunos espacios de trabajo, o al juntarnos con la llamada “gente tóxica” que nos contamina con su baja vibración. Entre los investigadores paranormales también es bien sabido que la presencia de actividad paranormal suele alterar la energía del lugar y la exposición constante a este tipo de fenómenos suele influir en el estado de ánimo de las personas que lo viven.
A todo ello se suma, además, nuestra predisposición para dejar entrar este tipo de energías en nuestro organismo. Sobre todo, a través de pensamientos negativos o malos hábitos. No obstante, existen métodos que pueden ayudarnos a liberarnos de esta carga acumulada a lo largo del tiempo. Uno de ellos, el que se trata en esta publicación, que consiste en la limpia con huevos —originaria de México, o Mesoamérica, y practicada durante siglos en diferentes partes del mundo—. Con ella, además, es posible detectar si existen enfermedades o —incluso— trabajos de brujería que recaen sobre nosotros. A continuación detallo los pasos que deben seguirse según la tradición mexicana de algunas zonas del norte. Se recomienda que este ritual se practique el domingo o lunes, con el inicio de semana:
- En primer lugar necesitamos un huevo, lo más ecológico posible —y a temperatura ambiente—.
- A continuación se recorrerá todo nuestro cuerpo con el huevo haciendo pequeñas marcas sobre nuestra piel o ropa en forma de cruz. Comenzaremos desde la cabeza hasta llegar a los pies. No debemos olvidarnos de las palmas de nuestras extremidades.
- Al tiempo que vamos realizando la limpia se irá recitando cualquier oración o frase que nos transmita fuerza en sus palabras.
- Es aconsejable que el ritual se realice durante la noche y en solitario, sin la presencia de ninguna persona en la misma habitación que pueda interferir en la limpieza espiritual.
- Una vez concluido, se romperá el huevo y se depositará en un vaso relleno de agua.
- A continuación, podremos observar las formas que han adquirido las hebras del huevo para analizar su significado (explicado más abajo).
- El vaso se dejará durante la noche sobre un altar o debajo de nuestra cama para que absorba las posibles energías negativas que se hayan quedado. Añadiremos una cruz con palillos en la superficie del vaso para protegernos de la energía de baja vibración atrapada en él.
- Al levantarnos podremos deshacernos del huevo desechándolo por el retrete.
Interpretaciones
Las interpretaciones son muy abundantes y variadas. Estas se basan en la forma que adquiere el huevo una vez que se deposita en el interior del vaso:
- Lo más importante es que la yema caiga al fondo del vaso y presente un aspecto normal. Si la yema se queda en el centro o sube hacia arriba puede significar que estás siendo víctima de algún tipo de brujería.
- Los picos por encima de la yema señalan que estamos rodeados de personas envidiosas, tantas como la presencia de estos. Los picos hacia abajo indican que tenemos rencor acumulado que nos hace susceptibles de atraer malas energías.
- Si la yema se encuentra cubierta con un manto significa que hay personas que te están molestando constantemente. Si el manto y la yema están cocidos nos indica que hemos conseguido liberarnos de la energía negativa. No obstante, si están excesivamente cocidos significa que alguien nos está haciendo algo negativo.
- La presencia de puntos rojos o negros indican enfermedades futuras que pueden ser prevenidas. Ocurre lo mismo si aparece sangre o figuras en forma de esqueletos. En este último caso es aconsejable repetir el proceso para asegurarnos y, si vuelve a aparecer, acudir a un médico.
- Si se dibuja un ojo puede significar que nos han hecho un mal de ojo.
- Las burbujas rodeando la yema o brotando hacia la superficie indican una alta carga negativa.
- Si durante el proceso de realizar la limpia el huevo estalla o al abrirlo se nos cae fuera del vaso significa que estamos muy cargados de energía negativa. Debe reiniciarse el ritual.
En ocasiones es necesario repetir hasta en tres ocasiones la limpia con huevo, dependiendo de la cantidad de energía negativa presente en nuestro interior y para asegurarnos de que este ha sido capaz de absorberla en su totalidad. No hay que alarmarse con las interpretaciones. Por ejemplo, las señales de brujería o magia negra pueden aparecer —simplemente— por una alta concentración de energía negativa de personas que nos envidian o desean algún mal. Por ello es aconsejable repetir los pasos varias veces. Así mismo, se aconseja guardar un limón en nuestra mochila o bolso habitual que nos ayude a atrapar las energías negativas a las que nos exponemos en el exterior de nuestra vivienda. Este podrá ser retirado cuando comience a arrugarse.
Excelente artículo. Gracias. Lo haré. Una gran verdad eso de que somos unas esponjas, para lo bueno y lo montan bueno. Yo tengo una sensibilidad a flor de piel, en ocasiones muy aguda y puedo sentir, presentir y en ocasiones ver u oler cosas que los otros no logran hacerlo. Pero nunca hablo de estas cosas, ya sabes lo que sucede cuando se hace…. Un placer leerte. De mi parte un fuerte abrazo 🤗 y siempre lo mejor de lo mejor, te lo mereces. Omar
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¡Muchas gracias por tu comentario! Sí, desgraciadamente la gente tiende mucho a juzgar estos temas, aunque siento que poco a poco se están normalizando. Por mi parte aporto mi granito de arena para contribuir en ello. ¡Otro abrazo fuerte!
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Buen articulo y muy bueno tu blog. Felicidades!!
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Muchas gracias Julia. Un abrazo
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