Sin lugar a dudas el caso de Las caras de Bélmez fue uno de los más importantes dentro del mundo de la parapsicología. Las aparición de estas fantasmales caras sobre la localidad jienense de Bélmez generó una gran repercusión a nivel mundial, siendo investigado por numerosos periodistas, arqueólogos, químicos y parapsicólogos sin llegar a ninguna conclusión exacta.
Los hechos se remontan al 23 de agosto de 1971 en Bélmez de la Moraleda, situado en la sierra de Mágina (Jaén). Exactamente en el Nº 5, de la C/ Rodríguez Acosta. La propietaria de la casa, María Gómez Cámara (1919-2004), observó que sobre el pavimento de la cocina se encontraba lo que parecía ser la cara de una persona con una expresión un tanto alarmante. Tras comprobar que a base de frotar no conseguía deshacerse de ella, llamó a su hijo Miguel para que picara sobre aquella insólita mancha y cambiara el bloque de cemento. Sin embargo, el dibujo apareció de nuevo sobre bloque y, finalmente, los medios de comunicación se hicieron eco de lo ocurrido. El ayuntamiento de Bélmez de la Moraleda decidió recortar la placa y analizarla, aunque al final quedó colgada sobre la pared de la misma cocina. También se realizaron excavaciones en el lugar de los hechos y para sorpresa de los inquilinos se encontró que allí había huesos de personas, y que además no estaban los cráneos. La explicación para aquello fue que por allí debía de haber un camposanto perteneciente a otra época, ya que la casa de María estaba cerca de la iglesia y anteriormente los cementerios se construían en los alrededores de los templos religiosos.
A partir de ese momento los hechos comenzaron a multiplicarse. Las caras empezaron a brotar del suelo y las paredes de la casa. La cocina de María fue precintada por el ayuntamiento para poder realizar investigaciones, habitándole un cuarto nuevo con las mismas características para no afectar a su rutina. Pero los fenómenos también se desarrollaron en esta nueva habitación. Una de las caras más famosas aparecidas en la casa recibió el nombre cariñoso de ‘El anciano pelao’. En el año 1972, el diario Pueblo, con Emilio Romero como director, preparó un grupo de tres personas: un periodista, un arqueólogo y un químico, para llevar a cabo la Operación Tridente con la finalidad de demostrar que todo lo ocurrido se trataba de un fraude. No consiguieron desmontar los hechos.
Existen gran cantidad de teorías e hipótesis para intentar explicar estas insólitas apariciones, aunque ninguna es determinante. A continuación voy a citar tres de las explicaciones recogidas en el libro de Sol Blanco-Soler:
La primera de ellas explica que todo podría haber sido realizado de manera intencionada por los propietarios de la casa. Si se aplica nitrato de plata o anilinas sobre el cemento y a continuación se proyecta una imagen que reflejara estas caras, el cemento poco a poco podría adquirir la forma de estas figuras. Para comprobar esta hipótesis el instituto hidrológico y mineralógico de Valencia tomó varias muestras y al realizar el análisis observó que en ninguna de las proyecciones estaban presentes estos materiales. Únicamente se comprobó que había sustancias procedentes de la cocina y de productos de limpieza.
La segunda explicación trata de demostrar que el origen de las formaciones podría deberse a un proceso conocido como teleplastia, en palabras del parapsicólogo, René Sudre, consiste en “la capacidad de poder crear a distancia y dar forma a las sustancias ectoplasmáticas y a las materializaciones objetivas”. Es decir, María Gómez podría haberlas formado inconscientemente a partir de la fuerza psíquica de su mente. Por lo visto, según se supo más adelante, la propietaria de la casa de las caras había sido proclive a desarrollar este tipo de fenómenos desde bien temprana edad.
La última explicación, más empleada por los parapsicólogos, considera que el origen de aquello provenía del Más Allá. Al parecer el espíritu de las personas que fueron enteradas allí se materializaron en el cemento con alguna intención desconocida. No obstante, se debe tener en cuenta antes de llegar a ninguna conclusión, que las materializaciones solamente se produjeron cuando Gómez estaba presente.
Fuentes
Blanco-Soler, Sol (2007) ¿Hay alguien aquí?: Fantasmas, poltergeist y casas encantadas de España y el mundo. Madrid: Palmyra.
Tajada, José Luís (2012) Misterios de España: Detectives de lo insólito. Cádiz: Absalon.
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