Visitantes de dormitorio

Te despiertas, tu cuerpo —inmóvil— no responde, ves algo al fondo de la habitación. Una silueta oscura te observa fijamente. De pronto se acerca hacia ti, el corazón se agita como si quisiera salir del pecho… Nos encontramos ante la presencia de un visitante de dormitorio.

El visitante de dormitorio es un fenómeno que suele tener lugar a altas horas de la madrugada, sobre todo rondando las tres. Justo a esa hora, mientras estamos durmiendo, algo nos despierta, ya sea un ruido o tal vez una pesadilla, y sin ser conscientes del todo, al mirar alrededor, observamos la silueta de una figura oscura con forma de ser humano. Es en ese instante cuando la figura se acerca poco a poco hasta la parte inferior de nuestra cama. Algunas personas cuentan que durante ese momento el propio cuerpo se encuentra inmóvil, paralizado, y por tanto son incapaces de reaccionar. Según relatan varios testigos que afirman haber vivido esta experiencia, la figura podría representar a un familiar difunto que por algún motivo se ha presentado ante ellos, tal vez para observarles una vez más mientras dormían. No obstante, existen otros muchos casos en los que los acontecimientos se desarrollan de forma mucho más espeluznante, sin conocer al ente que interrumpe los sueños. Es el caso de Esteban de Cáceres (Extremadura, España), cuyo caso está recogido en el libro de Milenio 3:

“Noté que me tocaban el hombro. No hice mucho caso… Abrí los ojos, los volví a cerrar y seguí durmiendo. Entonces, me agita. Pienso que es mi hermana o mi madre, que sólo desean molestarme o bromear… Después… me hizo daño. Yo, completamente despierto, me giro y veo una figura, nada parecido a algo que hubiese visto antes… Simplemente, me miró, me sonrió y empezó a moverse, casi bailando, de un lado a otro y, así, en la niebla en que estaba envuelto, se fue desvaneciendo hasta que desapareció. Yo intenté gritar, intenté saltar de la cama, pero no fui capaz: estaba completamente mudo y paralizado”.

Parece ser que el fenómeno ocurre con frecuencia y que se desarrolla de varias maneras. Otra característica recurrente, y sin duda escalofriante para quien afirma haberla vivido, consiste en que este ser del más allá no se conforma con aterrar mirando fijamente al recién despertado, subiéndose a la cama y provocando un verdadero ataque de pánico que no cesa hasta que la figura desaparece ante sus ojos atónitos. En la mayoría de casos en que este fenómeno se desarrolla, los testigos afirman, que el motivo por el cual se despertaron es debido a que escucharon, desde algún lugar de la habitación, que alguien pronunciaba su nombre… también hay casos en los que afirman escuchar una respiración muy próxima al oído, pero que normalmente estos entes no entablan ningún tipo de comunicación. Estos seres oscuros han sido denominados, en muchas ocasiones, como la gente de las sombras.

Es difícil creer para muchos en este tipo de fenómenos, lo que si está claro es que algo de realidad se esconde en estos hechos. La siguiente teoría, la científica, cuenta que lo que realmente ocurre en estas situaciones es un fenómeno completamente natural y típico de los seres humanos, de hecho ocurre con más frecuencia de la que podamos imaginar, y recibe el nombre de parálisis del sueño. El cerebro, que en ese momento se encontraba en reposo, con una actividad muy baja se despierta, hay una mala coordinación con nuestro cuerpo, por lo que éste todavía sigue inmóvil como si estuviéramos durmiendo. Se es consciente de lo que ocurre, uno puede abrir los ojos y mirar de un lado a otro, pero se es incapaz de emitir cualquier sonido y mucho menos de moverse y encender la luz. Como esta situación nos aterra si la vivimos por primera vez, podemos llegar a pensar que alguien está encima de nosotros y por este motivo no podemos movernos. Los científicos explican que en este momento de sugestión es cuando las personas que dicen haber visto una figura, aparece. Por último, se habla de una tercera teoría que actualmente está siendo más utilizada frente a la de los seres del más allá. En este caso se trataría de las abducciones. Al igual que en la película La cuarta fase, las personas que afirman haber vivido la experiencia, solo recuerdan una parte, como si hubieran borrado el resto de su memoria.

Podría decirse que la segunda teoría es la menos disparatada desde el punto racional pero, ¿hasta qué punto es capaz de engañarnos el cerebro? ¿Por qué existen tantos casos en los que las experiencias vividas son semejantes? ¿Es capaz la mente de provocarnos el dolor que experimentan algunas personas en estos casos?

Fuentes

Jiménez, Iker. Porter, Carmen (2006) Milenio 3: El libro. Madrid: Aguilar

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